COMO CONTROLAR EL MIEDO DE NUESTRO PERRO ANTE RUIDOS

Estamos en las fiestas del Pilar, y como todos sabemos muchas de nuestras mascotas tienen pánico a lor ruidos fuertes como los petardos, los cohetes, los fuegos artificiales, sirenas, gritos... Sin olvidarnos de los truenos y tormentas, claro está!!!!

Las reacciones más repetidas son: aumento de la presión sanguinea, cansancio, temblores, salivación excesiva, respiración acelerada... Y muestran su pánico de diferentes formas ya sea ladrando, llorando, quedándose inmóvil o incluso sin parar de correr. Cuando veamos estas reacciones hemos de tranquilizarlo, pero nunca dándole mimos, ya que podría asociar esta reacción ante los ruidos a los mimos.

 

Para ayudar a nuestro amigo a superar estos miedos debemos seguir unas pautas, pero ante todo lo primero que debemos hacer es reconocer que ruidos son los que lo atemorizan.

Así, cuando vayamos a oir ese ruido debemos anticiparnos a que se produzca y darle algún caprichillo, jugar con él, acariciarlo... para que asocie ese ruido a ese gesto y disminuya su angustia llegando a asociar los ruidos con ese ratito de placer.

 

Otra manera es la terapia de desensibilización que consiste en grabar los ruidos molestos que le producen angustia. Poco a poco se los vamos poniendo a nuestro perro para que los vaya escuchando y asimilando y cuando veamos que está tranquilo le premiamos y vamos aumentando gradualmente el volúmen hasta conseguir que no se ponga nervioso. Como hemos dicho antes, es muy importante que si vemos que nuestro amigo ladra, se angustia o está inquieto NO debemos darle muestras de cariño ni compasión, ya que asi lo que conseguiríamos es reforzar esa conducta.

Hay perros que se sienten más seguros debajo de un mueble, por lo tanto es bueno encontrarle

un lugar seguro donde refugiarse con agua cuando hay tormentas...

 

Cuando sepamos que va a haber tormenta, fuegos artificiales... es aconsejable hacer unos 20 ó 30 minutos de ejercicio extra al aire libre, ya que asi al aumentar su nivel de serotoninas en sangre les ayuda a relajarse y a sentirse más tranquilos.

Desafortunadamente, la fobia de los perros a los ruidos fuertes es muy complicada de curar, ya que ellos tienen un rango de audición mucho mayor que el nuestro. Pero seguro que con paciencia y cariño, puede sobrellevarlo mucho mejor.