Este comportamiento se llama coprofagia canina y consiste en la ingestión de heces. Puede ser el caso de que sean suyas (autocoprofagia), de animales de su misma especie ( coprofagia intraespecífica) o de heces de animales de otra especie ( coprofagia interespecífica).
La coprofagia se entiende como normal, cuando una madre limpia las heces a sus cachorros para que estén limpios y además para que los cachorros tengan el estímulo necesario para que desencadenen los reflejos de micción y defecación mediante estos masajes. Suele ser desde el nacimiento hasta las tres semanas.
Las heces de los gatos suelen ser muy llamativas para los perros, ya que el alimento de estos tiene una gran cantidad de saborizantes y de proteínas.
Además en las heces de vacas, caballos… hay varios nutrientes que provienen de la fermentación del intestino grueso y les llama la atención.
Esta costumbre además de ser muy desagradable, tiene otra
mala consecuencia, ya que pueden provocar infestaciones de parásitos, diarreas,
gastroenteritis, infecciones por la ingesta de larvas…
Imitación; tanto de
su madre cuando le limpiaba las heces cuando era cachorro, como de su dueño que
al ver que las recoge actúe como él, eliminándolas.
Para llamar la
atención, ya que al tener este comportamiento, el dueño se molesta y le regaña.
Por lo tanto como con este acto consigue llamar su atención, lo único que
hacemos regañándole, es reforzar su conducta.
POSIBLES CAUSAS MEDICAS
No nos podemos
olvidar, de que también puede ser debido a problemas médicos como pancreatitis,
insuficiencia pancreática, infecciones intestinales… Para todo ello es
imprescindible que nuestro veterinario les haga un chequeo.
Si la causa de la
coprofagia es etológica ( de comportamiento) podemos:
Hacer que nuestro
perro asocie algún tipo de sabor desagradable, como por ejemplo el picante, a
las heces. Si nos adelantamos y le ponemos picante a las heces dejará de ir a
por ellas, ya que lo asociará a ese sabor.
Intentar recoger
las heces lo antes posible y a poder ser sin que nos vea, ya que también pueden
actuar por imitación.
Ignorar este
comportamiento, sin hacerle caso excesivo, para que no asocie este echo a una
llamada de atención de su dueño.
He visto que hay un producto
llamado prohíba Tm R, que contribuye a una mejor digestión, resalta el sabor de
la comida y da muy mal sabor a las cacas. Estos polvos pueden ayudar en todo
el proceso del tratamiento. Pero, la verdad, lo he buscado y no he encontrado ningún distribuidor que sepa de él. De todas maneras seguiré buscando. Si lo encuentro os informaré.
Si salimos a
pasear con correa, cuando veamos que va a por alguna caca, le damos un pequeño
tirón y seguimos para delante distrayéndolo con su pelota o con alguna otra
diversión para que se olvide. Si lo llevamos suelto podemos ponerle un bozal y
cuando veamos esa reacción hacemos lo mismo.
Si nuestro perro
es cachorro, lo más probable es que cuando pase a edad adulta este
comportamiento se le vaya. Así que debemos tener paciencia.
También podemos
darle otro tipo de alimento, con mayor contenido en proteínas y menos hidratos
de carbono. Ya que hay muchos perros que no asimilan bien los hidratos de
carbono y necesitan ingerir las heces para ingerir de nuevo la amilasa perdida
en las defecaciones. Para esto encontramos el uso de amilasa proveniente de
hongos (que podemos encontrar en farmacias).